Qué me dices de... timidez

Con este libro queríamos abordar un tema complejo como la ansiedad social de forma amena, fomentando su reconocimiento como problema e invitando a su abordaje a través del tratamiento psicológico cuando sea necesario.

Para ello, en el libro “Qué me dices de… timidez” abordamos la ansiedad social desadaptativa, haciendo especial hincapié en aquella que genera menos sufrimiento e interferencia en la vida de las personas, la timidez.

Durante los distintos capítulos acompañamos al lector en un recorrido que le invita a reflexionar sobre la condición humana y sobre qué nos hace ser quiénes somos. También abordamos conceptos muchas veces utilizados como sinónimos que en realidad describen realidades o hechos diferentes, como son la ansiedad, el temor, o la timidez.

Durante la lectura profundizamos en la ansiedad social desadaptativa, presentando los diferentes trastornos que generan en función del grado en que interfieran con la vida de la persona, y el nivel de sufrimiento: mutismo selectivo, fobia social y timidez, así como las edades más habituales en las que se aprende y consolida este comportamiento.Y pese a que el aprendizaje no tiene edad, lo habitual es que la ansiedad social desadaptativa se aprenda entre lo 3 y 20 años.

Y es que la timidez se aprende, siendo una conducta desadaptativa que llega a afectar hasta el 50% de los jóvenes de entre 13 y 18 años. No en vano, la timidez puede interferir en las relaciones con los demás, llegando a ser percibido aquel que la sufre como alguien raro, engreído, o distante.

¿Y si la timidez se aprende, se puede desaprender?

La respuesta es claramente sí, y en esa tarea puede ayudarnos un buen psicólogo.

En el libro incluimos una herramienta de autoevaluación para que el lector pueda valorar si presenta ansiedad social baja o timidez, invitando incluso a aquellos que no la presenten a pedir ayuda siempre que el trato con desconocidos genere sufrimiento.

No debemos olvidar que la timidez puede producir muchos problemas en el desarrollo de quien la padece. La calidad de vida se ve reducida debido al sufrimiento que les genera relacionarse con los demás, interfiriendo en su desarrollo educativo, profesional y social.  Estas circunstancias terminan por repercutir en las personas tímidas a nivel psicológico, provocando niveles bajos de autoestima, mayor tendencia a sufrir depresión, o más probabilidades de padecer fobia social (recordemos que la fobia social es un tipo de ansiedad social, como la timidez, pero que interfiere y hace sufrir todavía más a quien la padece).